Mi pequeño rincón

"Nuestro trabajo consiste en investigar y describir el mundo contemporáneo, que está en un cambio continuo, profundo, dinámico y revolucionario. Día tras día, tenemos que estar pendientes de todo esto y en condiciones de prever el futuro. Por eso es necesario estudiar y aprender constantemente." Kapuscinsky.

martes, 2 de febrero de 2010

LOS OJOS DEL DULCE

Podemos resumir en una frase, tal y como hemos visto en la clase teórica, lo dicho por Umberto Eco en este artículo “en nuestro tiempo, si dictadura ha de haber, será una dictadura mediática, y no política”.

Umberto Eco intenta mostrarnos cómo ha cambiado la sociedad desde el punto de vista de la comunicación. Hace comparaciones entre dictaduras y democracia muy interesantes. Su idea principal es que es peor, para el periodismo, una dictadura mediática que una dictadura política. Intenta reflejar que se están produciendo cambios en los medios, se está produciendo una mediamorfosis.

En los tiempos de las dictaduras a nadie le molestaba que le dijesen que se parecía a un político. Sin embargo ahora preferimos parecernos a cualquier famoso de la televisión antes que a los políticos. La televisión es la que maneja los hilos de todo y manipula la sociedad a su antojo aunque lo que diga no sea cierto. Pero parece que esto es lo que le gusta a la gente porque los periódicos (que son un poco más veraces) apenas se leen.

Lo mediático ha adquirido mucha importancia hasta tal punto de que los líderes pueden llegar al poder gracias a ellos sin necesidad de recurrir a golpes de estado como se hacía en un pasado. Esto puede observarse con la subida al poder de Obama. Aunque no todas las televisiones sentían simpatía hacia él consiguió hacerse un hueco entre los ciudadanos a través de los nuevos medios de comunicación como Internet. Con Bush pasó lo contrario, los medios de comunicación, en el que en primera línea estaba también Internet, fueron los que ayudaron a que se produjese su caída al mostrar las verdaderas consecuencias de la guerra de Irak. Los medios son los que eligen a sus líderes y los eliminan cuando les apetece.

Actualmente no nos encontramos sumidos a un régimen franquista pero lo estamos a un régimen mediático sin darnos cuenta. Esto es más deprimente que lo anterior. Con las dictaduras franquistas la gente sabe lo que puede y lo que no puede decir y cuál será su castigo. Sin embargo con la “democracia” sabemos que tenemos unos derechos y libertades, pero no siempre actúan a nuestro favor. Ahora se sigue prohibiendo hablar y es más complicado que antes porque no tenemos a nadie que nos diga esto sí lo puedes decir y esto no. Tal es el caso del director de la Cadena SER Daniel Anido y el director de informativos Rodolfo Irago que dieron el nombre de 78 afiliados irregulares al PP de Madrid. Estas dos personas van a ser procesadas y encarceladas ¿por qué delito? ¿Por dar información veraz y contrastada a los ciudadanos? ¿Y nosotros somos los que tenemos libertad de expresión y comunicación?

La televisión “libre” censura y prohíbe mucho más que la controlada por el gobierno. Pongamos el simple ejemplo de las personas mayores. Cuando un político está hablando por la televisión no lo creen, dicen que ellos cuentan los que les conviene (claro que eso no es del todo falso). Cuando ven cualquier programa basura o cualquier noticia dada en un telediario se la creen al pie de la letra porque dicen que los medios no engañan y deben contar la verdad. ¿A qué se debe esto? Muy sencillo. Los abuelos saben que los políticos en las dictaduras decían lo que debían decir y engañaban, sabían lo que estaban viendo y lo ponían en duda. Ahora se supone que tenemos libertad y se puede contar todo, por lo tanto creen que esto es cierto. ¡Pobres incrédulos! Los medios nos manipulan al igual que lo hace la dictadura sólo que con fines diferentes, ahora los fines son económicos y antes eran de poder. Ahora se manipula cambiando la información o colocándola de forma que persuada de forma que nos interese y antes directamente lo que no interesaba se quitaba. Es lo mismo sólo que con técnicas diferentes.

Para terminar me gustaría decirle a Umberto Eco que podemos reaccionar dando más posibilidades a los ciudadanos para que muestren la verdad sobre los asuntos, quitando la basura que impregna la televisión, dándole importancia a lo que verdaderamente lo tiene y no a los reality shows o a todas las Belén Esteban que hay en el mundo y haciéndole llegar a la sociedad la información de que no existe una total libertad para utilizar nuestros derechos y debemos de hacer algo todos. Lo mediático debe dejar de ser una fuente inagotable que genera ingresos para que volvamos al verdadero periodismo.





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