Según el relato de Associated Press (AP) que publica Financial Times, los atercados se produjeron con tanques y artillería pesada en una ofensiva que se prolongó durante seis horas, con igualdad de condiciones para ambos bandos ya que los rebeldes contaron con tanques y ametralladoras de soldados desertores que ahora luchan en su bando.
"No entregaremos Zauiya a ningún precio. Sabemos de su importancia estratégica. Ellos seguirán luchando pero nosotros no nos rendiremos. Hemos logrado defender la ciudad porque nuestros ánimos están por las nubes y los suyos bajo mínimos", ha proclamado uno de los defensores contactados por AP.
Fuente El PaísSin embargo, Gadafi no se da por vencido y persiste en su idea de continuar en el poder y mantener el control en el oeste del país. Ha comenzado con el control absoluto de las carreteras y está concentrando militares cerca de la frontera con Túnez para organizar un ataque contra las ciudades del interior, Nalut y Wazin, según relatos de testigos recogidos por Reuters.
"Están rodeando el área cercana a la frontera tunecina. Vienen con ametralladoras en vehículos pesados y decenas de hombres equipados con armamento ligero", ha asegurado Sami, uno de los habitantes de Nalut, en conversación telefónica con El País. "Todo el mundo está en alerta ante un posible ataque de estas fuerzas para recuperar la ciudad", ha agregado.
El miedo al que están sometidos los libios por parte de su dictador, Muamar Gadafi, aumenta en las fronteras del país. Cerca de 6.000 refugiados se encuentran en el paso libio-tunecino sin la posibilidad de salir del estado. El paso de Ras el Jedir, en la frontera con Túnez es el que más personas congrega. Oficialmente la frontera no está cerrada pero es muy difícil pasar al país vecino. Muchos lo intentan saltando la valla que separa el descontrol de Libia con Túnez, sin embargo, los soldados voluntarios tunecinos castigan duramente a quien lo intenta.
Los efectos secundarios de esta revuelta ya han comenzado a notarse, especialmente en el mercado del petróleo. Libia es el cuarto productor de petróleo africano exportando principalmente a Italia (32%), Alemania (14%) y Francia (10%) por lo que ya se han tenido que tomar medidas para evitar una crisis de combustible (bajada de la velocidad máxima en España).
Además, dirigentes internacionales critican la actuación de Gadafi. Zapatero, en su visita a Qatar a censurado la obstinación de Gadafi por continuar en el poder y le ha pedido que abandone el país, un país que debe “ir hacia un sistema democrático”. Por otra parte, EE.UU y sus aliados han comenzado a actuar militarmente, importando armas y mercenarios, vigilando la zona aérea y desplegando buques de guerra y efectivos aeronavales cerca de Libia.